Museo Taurino de Córdoba

Historia

En 1948, Córdoba acogió una exposición de arte taurino que cautivó a los amantes del toreo y despertó gran interés en los habitantes de la ciudad. Poco después, una segunda exposición dedicada al torero Machaquito siguió el mismo camino y fue un éxito rotundo.

A raíz de estos dos eventos, el alcalde de Córdoba decidió dedicar un museo a la tradición taurina de Córdoba. Sin embargo, el resultado fue un museo dedicado a las artes de la provincia, como el flamenco, el cuero cordobán o la orfebrería tradicional.

No fue hasta el año 2014 cuando el Museo Taurino de Córdoba abrió sus puertas al público ofreciendo un espacio dedicado exclusivamente al toro y a todo lo que rodea a esta tradición. El lugar elegido fue la “Casa de las Bulas”, un edificio de estilo mudéjar del siglo XVI.

La colección

El Museo Taurino de Córdoba es uno de los más importantes de España en su género. Cuenta con siete salas que recorren la historia del toreo en la ciudad. Para conocer mejor a este animal, el museo dedica una sala a la tradición ganadera de toros en Córdoba. Así, el visitante puede conocer las diferencias entre la crianza de toro bravo, de toro de lidia, etc.

El museo también expone piezas y objetos originales de los mejores toreros de Córdoba: Lagartijo, Manolete, Guerrita, Machaquito y El Cordobés. En la sala dedicada a estos cinco califas del mundo taurino se encuentran trajes de luces, capotes, retratos y paneles explicativos de su trayectoria profesional.

Además, en el Museo Taurino de Córdoba es posible ver un documental audiovisual sobre la relación del torero y el toro en el momento de la lidia. Como curiosidad, el museo expone imágenes de corridas de toros en Portugal y Sudamérica.

Córdoba taurina

La tradición taurina ha estado ligada a la historia de Córdoba desde tiempos inmemorables. La ciudad está llena de huellas y guiños taurinos, como ganaderías, tabernas, tiendas especializadas y la mítica Plaza de la Corredera, que sirvió como plaza de toros en el siglo XVII.

Durante la ilustración, el Papa Pío VI prohibió los toros en Córdoba. A los pocos años, la ciudad recuperó las corridas de toros y su fama taurina no dejó de crecer. Fue la época de grandes toreros como Serranito de Córdoba, Antonio Flores y Dámaso Rodríguez.

En el museo también se puede recrear el ambiente de una corrida de toros de la época, con la figura del presidente, la banda de música y el vitoreo del público.