Casa de las Cabezas de Córdoba

Casa de las Cabezas de Córdoba

La mejor forma de descubrir la cara más medieval de Córdoba es visitar la Casa de las Cabezas, recorriendo los patios de leyenda del que fuera el hogar de judíos y musulmanes durante la Edad Media.

Reflejo de la Edad Media

Visitar la Casa de las Cabezas es hacer un viaje en el tiempo a la Córdoba más medieval. Esta antigua residencia alberga vestigios romanos, judíos y árabes, que reflejan la importancia histórica de uno de los edificios con más encanto de la ciudad.

En el sótano de la Casa de las Cabezas se pueden ver los establos, las herramientas de ganadería e incluso una alberca original de la época romana. Se cree que, siglos después, los judíos que habitaron esta casa utilizaron esta pila a modo de baño para realizar el ritual de la purificación, lo cual iba en contra de los estrictos valores de la época.

A finales del siglo XV, el hecho de que la Casa de las Cabezas pudiera estar haciendo las funciones de sinagoga corrió como la pólvora por Córdoba y llegó a oídos de la Inquisición, que proclamó el mayor auto de fe de la historia y ordenó quemar en la hoguera a más de cien judíos conversos que acudían a esta casa.

Siguiendo el trazado original de la casa se llega a las diferentes estancias. El salón, el despacho, la cocina y los dormitorios están decorados al más puro estilo medieval para reflejar el estilo de vida propio de Córdoba en la Edad Media.

Lo mejor de la Casa de las Cabezas son sus cuatro patios de leyenda y el famoso “callejón de los siete arquillos”, escenario de una de las historias más extendidas de Córdoba.

La leyenda de los siete infantes de Lara

En el siglo X, el canciller califal Almanzor mantuvo preso en esta casa a Gonzalo Gustioz, padre de los siete Infantes de Lara. Estos hermanos osaron enfrentarse con otra familia de nobles que los envío a una emboscada ante tropas musulmanas, donde fueron asesinados y decapitados.

Según la leyenda, las cabezas de los infantes fueron enviadas a Córdoba y colgadas de los siete arquillos del callejón morisco de la Casa de las Cabezas. Aquí, Gonzalo Gustioz tuvo que contemplar con dolor las cabezas decapitadas de sus siete hijos.

Horario

Todos los días de 10:00 a 20:00 horas.

Precio

Adultos: 5 (5,30 US$)
Menores de 10 años: entrada gratuita.

Transporte

Autobús: líneas 1, 3, 7 y 12.